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Última noche en Saigon

ACTUALIZADO 07 noviembre 2010 / Artículo por Berna

ACTUALIZADO 07 noviembre 2010 / Artículo por Berna

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Nuestras noches en Saigon venían siendo muy tranquilas y previsibles, comúnmente íbamos a comer algo cerca de nuestro hotel, en donde estaban la mayoría de los restaurant y bares. Después paseábamos un poco tratando de encontrar algún lugar con viajeros, algo con onda, lo cual nunca encontrábamos, hasta que…

Una noche, fuimos a un pub en el que había bastante gente, pero igual no me terminaba de convencer, estábamos en Saigon, tremenda ciudad, algo tenía que haber. Le pregunté a un par para ver si se prendían para ir a otro lado, la mayoría se quería quedar tomando cerveza toda la noche ( típico de ingleses y europeos en general ), pero yo necesitaba un lugar con música, gente, luces, bailar un poco de reguetón!!!

Joey, el holandés, también quería ir para otro lado así que allá fuimos, con dos “mototaxis” nos hicimos llevar bastante lejos, a un lugar donde supuestamente había un boliche con onda. Llegamos al lugar “poner el nombre”, y si bien no estaba mal, música, bastante gente, la mayoría de la gente eran europeos bastante pasados de edad, y el resto eran “trabajadoras de la noche”. Y no hablo de 2 o 3, lleno de ladyboys, y mujeres que uno podía alquilar, o capaz que hasta incluso comprar por un par de meses jeje.

Caminamos un poco más y terminamos en un hotel 5 estrellas, que tenía un bar en el último piso. Por error paramos en el tercer piso, donde había un casino, pero para entrar había que pagar 50 dólares, imagínense el nivel del mismo, que por supuesto no era nuestro nivel jeje.

Seguimos hasta el último piso, y entramos al bar, que por suerte fue gratis. Miramos un poco a nuestro alrededor y definitivamente no estábamos en un ambiente de viajeros, gente más grande, alguna gente local también, y una banda con 2 mujeres y 1 hombre que parecía, iban a empezar a tocar. Apenas nos sentamos, largo el show y se escuchó: “Bamboleiiiiiiiroooooooo.. Bamboleirooo jejejeje, Joey se cagaba de la risa. No sé si acuerdan, pero a esa canción, me la viven cantando los pibess cada vez que salimos. Estuvimos un rato más escuchando a la banda en vivo, tomamos la cerveza más cara de nuestro viaje, y partimos hacia otro destino.

Yiramos (paseamos) un rato por la city, hasta que de casualidad nos topamos con un lugar que pintaba bastante bien desde afuera. Es más, pintaba demasiado bien, como que parecía que íbamos a tener que pagar entrada. Pero no, se ve que nos vieron cara de que no éramos del lugar (no es tan difícil darse cuenta je) y entramos gratis. Al fiiiiiiinnn.. que alegría, una disco como la gente, lasers, música, gente bailando en la pista, al fin parecíamos haberla encontrado. Tomamos algo, y nos pusimos a hablar con unos vietnamitas, que nos dijeron que estábamos en uno de las discos más exclusivas de Saigon. Estaba lleniiiiiiiiiisimo de gente, y eso que era un miércoles. Y también llenísimo de patovicas (seguridad) que controlaban todo, no te dejaban ni tomar algo en la pista, te abrían paso para que salieras de la pista, todo pipi cucu.

En la disco para que se den una idea, los únicos dos “westerns” (occidentales) eramos Joey y Yo. Lo cual uds pensarán quizás, que las asiáticas nos habrían hechado un ojo, al menos por bicho raro jejeje. Nada que ver, había un par de vietnamitas en un grupo de unas 7 u 8 chicas, que estaban hermosas, creo que hasta una me re piso y no me dijo ni perdón jejejej. Nos sentíamos más ignorados capaz que en cualquier otro lado jejej. Después nos dimos cuenta que la mayoría de los que estaban ahí no habían ido en mototaxi como nosotros je, creo que de ellos eran los BMW, Mercedes o incluso un Jaguar que estaban estacionados afuera. Igualmente conocimos unas Koreanas esa noche y…. (no cuento mas, uds imagínense lo que quieran jejej, así parece que somos re ganadores jeje)

Esta entrada es parte de mi viaje por el Sudeste Asiático, seguí todos los capítulos de este viaje en “El viaje por el Sudeste Asiático

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